Fiesta de san Francisco de Asís - Lecturas

4 de octubre

   
   

PRIMERA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA (50, 1.3-7)

Este es aquel que en su tiempo se reparó el templo,
en sus días se afianzó el santuario.
En su tiempo cavaron la cisterna
y un pozo de agua abundante.
Protegió a su pueblo del saqueo
y fortificó a la ciudad para el asedio.

Qué majestuoso cuando salía de la tienda
asomando detrás de las cortinas;
como estrella luciente entre nubes,
como luna llena en día de fiesta,
como sol refulgente sobre el templo real,
así brilló él en el templo de Dios.

PALABRA DE DIOS.


SALMO RESPONSORIAL (Sal. 15)

R.- EL SEÑOR ES EL LOTE DE MI HEREDAD

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;

yo digo al Señor: "Tú eres mi bien".

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,

mi suerte está en su mano.

R.- EL SEÑOR ES EL LOTE DE MI HEREDAD

Bendeciré al Señor que me aconseja,

¡hasta de noche me instruye internamente!

Tengo siempre presente al Señor,

con él a mi derecha no vacilaré.

R.- EL SEÑOR ES EL LOTE DE MI HEREDAD

Me enseñarás el sendero de la vida,

me saciarás de gozo en tu presencia,

de alegría perpetua a tu derecha.

R.- EL SEÑOR ES EL LOTE DE MI HEREDAD

 

SEGUNDA LECTURA

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS GÁLATAS (6, 14-18)

Hermanos:

Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo. Pues lo que cuenta no es circuncisión o incircuncisión, sino una criatura nueva.

La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios.

En adelante, que nadie me venga con molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.

PALABRA DE DIOS.

 

ALELUYA

R.- ALELUYA, ALELUYA

Francisco, pobre y humilde, entra rico en el reino de los cielos, entre aclamaciones y cánticos.

R.- ALELUYA

 

EVANGELIO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (11, 25-30)

En aquel tiempo tomando Jesús la palabra, dijo: “Yo te bendigo Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has ocultado esas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino el hijo, y aquel a quien el hijo se lo quiera revelar”.

“Venid a mi todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”.

Misa completa en formato Word

Descárgala con la tecla derecha del ratón

 
Regresar

 

 
© - fratefrancesco.org - Fr. Tomás Gálvez - Creada el 22-5-2002