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Noticias Franciscanas - Septiembre 2009

- Benedicto XVI visitará el lugar del nacimiento de san Buenaventura: 6 septiembre

- 800º ANIVERSARIO: La Virgen de Itatí llegará en procesión

- Un franciscano comenta los evangelios del año 2010

- Más de 1000 jóvenes franciscanos de Europa en Santiago de Compostela

- Encuentro internacional de Jóvenes en Asís, 2-9 agosto 2009

- El Ministro general de los Capuchinos vuelve a su actividad habitual

- Hermanos de la Cruz Blanca trabajan a favor de los inmigrantes

- La paz nunca es un don supremo de Dios, manifiesta el padre Larrañaga

- Visita del Papa Benedicto XVI a la cuna de San Buenaventura


Benedicto XVI visita el lugar del nacimiento de san Buenaventura: 6 septiembre

(ZENIT.org).- Robert Moynihan, fundador y editor de la revista mensual "Inside the Vatican", presenta en este artículo escrito para ZENIT las claves del próximo viaje que Benedicto XVI realizará el 6 de septiembre a Viterbo, la ciudad en la que nació el cónclave, y Bagnoreggio, donde nació uno de los grandes maestros de Joseph Ratzinger, san Buenaventura.
Al entrar en contacto con el pensamiento de Buenaventura, explica Moynihan, el joven Ratzinger maduró su visión de la historia y del cristianismo.

A veces, en un viaje del Papa hay algo más allá de lo que ven los ojos.Ése es el caso del próximo viaje de Benedicto XVI a la pequeña ciudad italiana de Bagnoreggio, el lugar de nacimiento de San Buenaventura. Dentro de casi dos semanas, el 6 de septiembre, el Papa saldrá de Roma para visitar Bagnoreggio y Viterbo. Virterbo, situado a unos 85 kilómetros al norte de Roma, o a una hora en coche, es conocido como el lugar en el que nacieron los cónclaves. Hasta el año 1271, la reunión de cardenales para la elección del Papa no se llamaba "cónclave" (que significa "con llave"), reunión a puerta cerrada en un lugar cerrado con llave.

Después de la muerte del Papa Clemente IV, en 1268, los cardenales reunidos en Viterbo pasaron tres años decidiendo el nombre del sucesor. Finalmente, los funcionarios de la ciudad les encerraron a todos en una sala de reuniones y sólo les daban pan y agua para comer. Poco después eligieron al Papa Gregorio X. Entonces, este Papa promulgó la ley de la Iglesia, según la cual, las elecciones papales tendrían lugar en un cónclave. Benedicto XVI viajará a Viterbo en helicóptero desde la residencia pontificia de Castel Gandolfo, al sur de Roma.

Pero en su camino de vuelta a casa, parará en Bagnoreggio. ¿Por qué quiere detenerse en una ciudad tan pequeña y aparentemente poco importante? Porque San Buenaventura nació allí, en el año 1217. Sin embargo, el Papa no se detiene en los lugares de nacimiento de todos los santos importantes. No tendría tiempo. Entonces, ¿por qué ha reservado un tiempo para detenerse en el lugar de nacimiento de Buenaventura? Para responder, tenemos que buscar en el pasado de este Papa y encontraremos algo bastante interesante. Buenaventura ha sido uno de los dos intelectuales de mayor influencia sobre Joseph Ratzinger, en su formación teológica (el otro es san Agustín). En Alemania, para poder ser profesor de universidad hay que escribir dos tesis. La primera, como en otros países, es para recibir el doctorado; la segunda, llamada "Habilitationsschrift" es para cualificarse como profesor. Y el joven Joseph Raztinger, en la mitad de la década de los años cincuenta, escribió esta segunda tesis postdoctoral sobre... san Buenaventura y su visión de la historia. Algunos artículos de prensa dirán que el viaje del Papa está "programado para venerar el ‘santo brazo' del santo", que se conserva en la catedral de Bagnoreggio (el resto del cuerpo de san Buenaventura está enterrado en Francia). Pero Benedicto, en realidad, va a venerar también la profunda visión de Buenaventura sobre la revelación cristiana, y a "tomar contacto" con uno de los asuntos centrales de su propia visión teológica personal. Si comprendemos lo que Benedicto XVI aprendió de Buenaventura, podremos comprender mejor lo que este Papa está intentando hacer ahora para dirigir la Iglesia a través de este complicado periodo de la historia. El mismo Benedicto XVI nos dio una idea de sus cimientos intelectuales en un discurso que dirigió a un grupo de académicos hace varios años, antes de ser Papa (Cf. ZENIT, "Joseph Ratzinger se presenta").

Dijo entonces: "Mi disertación doctoral se centró en la noción de pueblo de Dios en san Agustín; (···) Agustín mantuvo diálogo con la ideología romana, especialmente después de la ocupación de Roma por los godos en el año 410, y por eso fue muy fascinante para mí observar cómo, a través de estos diferentes diálogos y culturas, él define la esencia de la religión cristiana. Él vio la fe cristiana, no en continuidad con las religiones anteriores, sino más bien en continuidad con la filosofía, entendida como la victoria de la razón sobre la superstición...". De esta manera, podríamos argumentar que un paso importante en la propia formación teológica de Ratzinger fue entender el cristianismo "en continuidad con la filosofía" y como "una victoria de la razón sobre la superstición".

Pero luego Ratzinger dio un segundo paso, al estudiar a Buenaventura. "Mi trabajo postdoctoral se centró en san Buenaventura, un teólogo franciscano del siglo XIII", continuaba explicando Ratzinger a los académicos. "Descubrí un aspecto de la teología de Buenaventura que no está basado en la literatura previa, a saber, su relación con una nueva idea de historia concebida por Joaquín de Fiore en el siglo XII. Joaquín entendió la historia como la progresión desde un período del Padre (un tiempo difícil para los seres humanos bajo la ley), a un segundo período de la historia, el del Hijo (con más libertad, más franqueza, más fraternidad), a un tercer período de la historia, el período definitivo de la historia, el tiempo del Espíritu Santo". "Según Joaquín, éste debía ser un tiempo de reconciliación universal, de reconciliación entre el este y el oeste, entre cristianos y judíos, un tiempo sin ley (en el sentido paulino), un tiempo de verdadera fraternidad en el mundo". "La interesante idea que descubrí fue que una significativa corriente entre los franciscanos estaba convencida de que san Francisco de Asís y la Orden Franciscana marcaron el principio de este tercer período de la historia, y fue su ambición actualizarlo; Buenaventura mantuvo un diálogo crítico con esta corriente".

Podríamos argumentar, así, que Ratzinger tomó de Buenaventura una concepción de la historia humana cuyo camino apunta hacia un objetivo específico, un tiempo de profundidad espiritual interior, una "edad del Espíritu Santo". Donde la filosofía clásica hablaba de la eternidad del mundo y por tanto del cíclico "eterno retorno" de toda la realidad, Buenaventura, siguiendo a Joaquín, condenó el concepto de la eternidad del mundo, y defendió la idea de que la historia era una única y dirigida sucesión de acontecimientos que nunca volverían, sino que llegarían a una conclusión.
La historia está relacionada con el Logos y orientada hacia Él, es decir, hacia Cristo.

La historia tiene sentidoEsto no significa decir que Ratzinger --o Buenaventura-- hicieron propias algunas de las interpretaciones específicas de Joaquín. Significa decir que Ratzinger, como Buenaventura, entraron en un "diálogo crítico" con su concepción global --que la historia tenía una forma y un sentido--; que él, como Buenaventura, tomó esto muy en serio. Yo tengo mi propia visión personal sobre hasta qué punto Ratzinger tomó en serio estas cuestiones. Mi investigación doctoral la dediqué a la influencia del pensamiento de Joaquín en los primeros franciscanos. Cuando conocí a Joseph Ratzinger, en otoño de 1984, le dije que estaba estudiando su libro de san Buenaventura con interés, y él respondió: "¡Ah! Tú eres el único en Roma que ha leído ese libro".Después me comentó que la teología de la liberación del padre franciscano brasileño Leonardo Boff era una "forma moderna" de joaquinismo, un deseo de ver un nuevo orden de sociedad humana sin historia.

Así que estoy convencido de que Ratzinger tomó su investigación sobre Buenaventura muy en serio.Ratzinger recibió su título el 21 de febrero de 1957, cuando tenía casi 30 años, pero no sin controversias. El tribunal académico que evaluaba su trabajo rechazó, en realidad, la parte "crítica" de su tesis, de manera que fue obligado a recortarla y editarla y a presentar sólo la parte "histórica", centrada en el análisis de la relación entre san Buenaventura y Joaquín de Fiore. El profesor de Ratzinger, Michael Schmaus, pensaba que la interpretación de Ratzinger sobre el concepto de revelación de Buenaventura mostraba "un peligroso modernismo que llevaba a hacer subjetivo el concepto de revelación", como el mismo Ratzinger recuerda en su autobiografía, "Hitos: Memorias 1927-1977". Ratzinger creía, y sigue creyendo, que las críticas de Schmaus no eran justas.

¿Qué es lo que Ratzinger encontró en Buenaventura que causó tanta controversia? Para Ratzinger, el concepto de revelación de Buenaventura no significaba lo que ahora significa para nosotros, es decir, "todos los contenidos revelados de la fe". Según Ratzinger, para Buenaventura "revelación" siempre connotaba la idea de acción, es decir, revelación significa el acto por el que Dios se revela y no únicamente el resultado de este acto. ¿Por qué esto es importante? Ratzinger escribió en "Hitos": "Porque esto es así, el concepto de ‘revelación' siempre implica un sujeto que recibe: donde no hay nadie para percibir la ‘revelación', no ha ocurrido ninguna re-velación, porque ningún velo ha sido retirado. Por definición, revelación requiere alguien que lo aprehenda".

¿Y por qué este tema? "Estos hallazgos --continuó Ratzinger-- adquiridos a través de mi lectura de Buenaventura, fueron más tarde muy importantes para mí, en el momento del debate conciliar sobre la revelación, la Escritura y la tradición. Porque si Buenaventura no se equivoca, la revelación precede a la Escritura y queda depositada en la Escritura pero no es sencillamente idéntica a ella. A la vez, significa que la revelación siempre es algo más grande que lo que está simplemente escrito. Y de nuevo esto significa que no puede haber algo como la escritura sola, porque un elemento esencial de la Escritura es la Iglesia como sujeto de interpretación, y con ella, también es dado el sentido fundamental de tradición". Esencialmente, lo que Ratzinger toma de Buenaventura modificó y complementó lo que había tomado de Agustín. Si el pensamiento de Agustín destaca la continuidad del cristianismo con la filosofía clásica, y la "razonabilidad" de la fe cristiana contra la superstición pagana, el pensamiento de Buenaventura destaca el contraste entre el cristianismo y la filosofía clásica; de hecho, condenó la inutilidad de la filosofía clásica y su apoyo al concepto de la eternidad del mundo y el "eterno retorno" de todo, porque carecía de la verdad revelada de un "actor" divino. Ratzinger sugirió esto en el prólogo de su trabajo sobre Buenaventura: "¿No ha sido la 'helenización' del cristianismo la que ha intentado superar el escándalo de los particulares con una mezcla de fe y metafísica, conduciendo a un desarrollo en una falsa dirección? ¿No ha creado esto un estilo estático de pensamiento que no puede hacer justicia al dinamismo del estilo bíblico?".

Incluso hoy, si vamos al último capítulo del reciente libro del Papa "Jesús de Nazaret", encontramos la terminología metafísica que presupone una ontología de "la persona como relación", que creo que es el "hilo conductor" que recorre toda la obra de Ratzinger, desde su primer libro sobre Agustín, empezado en 1953, pasando por su "tesis de habilitación" sobre Buenaventura (1956) hasta su reciente "Jesús de Nazaret" (2007). Ratzinger siempre está diciendo que la revelación cristiana debe trascender la razón, aunque ésta no la contradiga, que no tiene por qué.

Cuando Benedicto XVI visite Bagnoreggio, estará, en cierto sentido, volviendo a la fuente de sus propias búsquedas intelectuales más profundas, al lugar en el que llegó a entender plenamente la novedad de la fe cristiana, y cómo esa fe, esa verdad revelada, está al mismo tiempo en armonía y en oposición total a la "razón", que era el mayor bien de la filosofía clásica. Esto hace que el viaje a Bagnoreggio vaya más allá que otro viaje papal; se trata de un viaje al pasado intelectual y espiritual de Ratzinger, y al núcleo de su visión intelectual y espiritual. [Traducción del original en inglés por Patricia Navas]


 

800º ANIVERSARIO: La Virgen de Itatí llegará en procesión

Con motivo de celebrar los 800 años de la fundación de la Orden Franciscana (1209-2009), la Comunidad Franciscana de Santa Fe (Argentina) hará un reconocimiento a los misioneros que evangelizaron las etnias de la cuenca del Paraná, desde Paraguay a Buenos Aires, tomando como referente a Fray Francisco Solano y Fray Luis de Bolaños.

Al mismo tiempo, para hacer resaltar que las misiones fueron animadas por la prodigiosa compañía de la Santísima Virgen María, personificada en las imágenes de Caacupé, Itatí y la Inmaculada de Garay.

Así, el 5 de septiembre, fecha próxima al natalicio de la Virgen -que se conmemora el 8-, la Comunidad Franciscana realizará, junto a los obispos de Santa Fe y de Corrientes, una peregrinación de la imagen de Itatí desde la ciudad de Corrientes hasta el histórico puerto de Colastiné Sur, donde se la embarcará en un navío de la prefectura y con el acompañamiento de los clubes náuticos arribará a puerto Piojo. Desde allí hará su entrada en andas a la ciudad hasta el convento San Francisco, donde se celebrará la santa misa y habrá festejos de devoción popular. El domingo 6 regresará a Itatí por la Ruta 11.



Un franciscano comenta los evangelios del año 2010
 


Francisco J. Castro Miramontes, franciscano, autor de numerosas obras de espiritualidad, como Al encuentro de la vida, el diario de un peregrino a Compostela, Alter Christus, una biografía espiritual de san Francisco de Asís, o Todo comenzó en Galilea, crónica de una peregrinación a Tierra Santa, ha sido el autor elegido este año por la editorial San Pablo para preparar los comentarios y oraciones del Evangelio 2010. Camino, verdad y vida. Inmersos como estamos en el octavo centenario de la fundación de la Orden franciscana, y con vistas al Año Santo Compostelano –acontecimiento que tiene lugar cada vez que el 25 de julio, fiesta de Santiago Apóstol, cae en domingo, lo que sucede con una periodicidad matemática (cada 6, 5, 6 y 11 años, y vuelta a empezar) desde el siglo XII, en el que se instauró–, nadie mejor que él, franciscano, gallego y peregrino, para ofrecernos la meditación diaria del Evangelio, camino que se recorre, verdad que se descubre y vida que se nos da.
En efecto, Francisco J. Castro Miramontes ha pergeñado sus comentarios al Evangelio como una peregrinación «de un año de duración, de la mano de los Evangelios que contienen el mensaje de quien ha cambiado el curso de la historia con su mensaje de amor. Como “los dos de Emaús” nos hacemos al camino de la vida, en medio de las circunstancias y acontecimientos, pero con la confianza de que ahí mismo, en el camino de la vida, se nos va a hacer presente aquel que vive, porque el amor tiene la última palabra». Si el Camino de Santiago «se ha convertido en una escuela de humanización al contacto con otras personas que tienen un mismo objetivo (llegar a la ciudad del Apóstol), y con la naturaleza hermana y madre», el camino que recorremos día a día interiorizando el evangelio «es una experiencia de apertura a la trascendencia al tiempo que la persona se descubre a sí misma».
 

 

 

Más de 1000 jóvenes franciscanos de Europa en Santiago de Compostela


(www.elcorreogallego.es) Multitudinaria peregrinación con 1.100 franciscanos de toda Europa 13.08.2009 Se reunieron en León el día 9 para iniciar su andadura hacia Santiago ·· Llegaron ayer a la capital y visitaron la Catedral ·· Estarán aquí hasta el día 15 asistiendo a la catequesis ·· Se alojarán en el colegio La Salle.
"Somos franciscanos, ¿a dónde crees que vamos?". Así coreaban ayer las 1.110 personas llegadas de todo el continente, incluidos españoles, a la capital compostelana. La ruidosa y multitudinaria peregrinación franciscana se convirtió ayer en protagonista por las calles del casco histórico y la plaza do Obradoiro. Se trataba del segundo encuentro internacional de franciscanos europeos, en los que participan desde niños de 14 años que asisten a colegios franciscanos hasta monjas y frailes de todas las edades.

El primer encuentro fue hace dos años en Asís, Italia, uno de los mayores lugares religiosos del país. Esta vez, decidieron hacer el Camino de Santiago y visitar la Catedral. Comenzaron, así, su andadura en León el día 9. Allí, se dividieron en 4 grupos e iniciaron el Camino. Ayer llegaban a Santiago ondeando las banderas de toda Europa y haciéndose escuchar entonando canciones de sus países en todos los idiomas. Su destino final fue la plaza do Obradoiro y la Catedral, donde los esperaba un grupo de gaiteiros. Desbordaban alegría por los cuatro costados ya que su meta se cumplió. El italiano Michaele Voltari reconocía que era un orgullo para todos ellos y que lo hicieron "con el corazón, aunque el viaje fue duro".

Estarán aquí hasta el día 15. Se hospedan en el colegio La Salle. Visitarán la ciudad, asistirán a la catequesis y aprovecharán para "rezar mucho", declaró una de las organizadoras. local@elcorreogallego.es

WEB OFICIAL DEL EVENTO: http://www.santiago2009.es
 

 

Encuentro internacional de Jóvenes en Asís, 2-9 agosto 2009

Impresionante encuentro de jóvenes en Asís, incluyendo una audiencia con el Papa Benedicto XVI en Castelgandolfo, organizado por los Franciscanos Conventuales.

Precioso video sobre el encuentro

 

 

El Ministro general de los Capuchinos vuelve a su actividad habitual
 

ROMA - Queridos hermanos, hace algunos días regresé a Roma y he retomado mi trabajo y, sobre todo, mi servicio a la Orden. Estoy muy contento de haber recuperado gran parte de la movilidad de la pierna derecha luego de la operación del 1ero de julio de este año, en la que me fuera implantada una prótesis. Todo resultó bien.

Deseo ahora expresar mi gratitud a los doctores y demás personal que me asistieron en el Hospital de Hanz (Suiza), a las Hermanas de Baldegg del centro de recuperación de Amden (Suiza). Gracias a su competencia y atenciones el proceso de curación ha avanzado con rapidez. Un agradecimiento muy especial a los amigos, a los frailes, a las hermanas capuchinas y a todas aquellas personas que me han apoyado con su cercanía y oraciones, visitándome o enviándome mensajes a través de la internet. Me he sentido apoyado y acompañado. Ruego al Señor que os recompense abundantemente por cuanto habéis hecho por mi. El Señor os bendiga.

Fr. Mauro Jöhri
Ministro general OFMCa



Hermanos de la Cruz Blanca trabajan a favor de los inmigrantes
 


05/09/2009 (www.andaluciainformacion.es) El hermano Isidoro, de la congregación de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, recibirá hoy el Ajoblanco de Andalucía en el transcurso de la celebración de la Fiesta del Ajoblanco 2009, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía y Fiesta de Singularidad Turística Provincial, que se celebra en la ciudad malagueña de Almáchar, a la que ha sido invitado por el alcalde, José Gómez Gutiérrez. El fraile mostró su satisfacción por recibir este reconocimiento. Al respecto, aseguró que el primer edil almachareño “se ha interesado, en varias ocasiones, por la labor que desarrolla la congregación con la población inmigrante” trabajo del que ha tenido conocimiento “a través de la prensa”.

En el transcurso del acto habrá otros homenajeados que recibirán galardones. Entre ellos están el pintor y artista almachareño, Manuel España Villalba, que recibirá el Ajoblanco Almáchar; el Club Baloncesto Clínicas Rincón Anarquía, que recibirá el Ajoblanco Anarquía, y la Asociación Malagueña de Amistad con el Pueblo Saharaui, a la que será entregado el Ajoblanco Málaga.El pregón de los festejos, que se llevará a cabo a las 20.30 horas, será ofrecido por la diputada de Juventud y Deportes de la Diputación de Málaga, Encarnación Páez Alba.Por último, el hermano Isidoro de Cruz Blanca se desplazará, el próximo mes de octubre, a Cataluña. En concreto, el fraile estará en dicha comunidad autónoma del 19 al 23 de octubre, donde ha sido invitado a intervenir en los institutos de la ciudad barcelonesa de Vic. En dichos centros educativos, el hermano Isidoro tiene previsto ofrecer charlas a los alumnos, en las que el fraile dará testimonio de su trabajo con los inmigrantes y su casa de Cruz Blanca.
 

 

 

La paz nunca es un don supremo de Dios, manifiesta el padre Larrañaga

3/09/2009 (www.yucatan.com.mx)“Pase lo que pase, no pierdan la paz; es un don supremo de Dios”, indica el padre Ignacio Larrañaga Orbegozo, sacerdote franciscano capuchino, quien llegó ayer vía aérea a Mérida por su gira mundial “Al encuentro contigo”.En las cuatros conferencias que impartirá en esta ciudad —esta noche es la primera—, en el Centro de Convenciones Siglo XXI, dará mensajes con narraciones positivas y constructivas “para ser más felices, sufrir menos, y vivir en armonía con uno mismo y con los demás”.

El padre Larrañaga llegó ayer a la 1:30 de la tarde. Varios integrantes de los Talleres de Oración y Vida, así como representantes de la administración del aeropuerto, dieron la bienvenida al sacerdote, que es el autor católico más leído: 25 millones de ejemplares de libros vendidos. Con su característica barba blanca y anteojos, apareció en la sala de espera en silla de ruedas, por indicación de descanso; portaba camiseta de manga larga, chaleco, pantalón negro y gorra. Recibió muchas muestras de afecto. Firmó el libro de visitantes distinguidos. Después ofreció una rueda de prensa en la que dijo, entre otras cosas, que la mayor satisfacción de su gira mundial es dar vida, esperanza y a Cristo a muchas personas. El padre Larrañaga comenzó a principios de este año una gira mundial por los cinco continentes para visitar las ciudades donde se imparten los "Talleres de Oración y Vida". En Mérida estará hasta el próximo lunes 7.
 

 

Visita del Papa Benedicto XVI a la cuna de San Buenaventura

BAGNOREGIO, domingo 6 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el discurso que pronunció Benedicto XVI en la tarde de este domingo tras venerar la reliquia de san Buenaventura en la catedral de san Nicolás en Bagnoregio. El Papa llegó en helicóptero desde el santuario de la Virgen de la Encina en Viterbo. Después de este discurso y tras saludar a las autoridades presentes, regresó a la residencia pontificia de Castel Gandolfo.

Queridos hermanos y hermanas:

La solemne celebración eucarística de esta mañana en Viterbo ha abierto mi visita pastoral a vuestra comunidad diocesana, y este encuentro aquí en Bagnoregio, prácticamente la cierra. Os saludo a todos con afecto: autoridades religiosas, civiles y militares, sacerdotes, religiosos y religiosas, operadores pastorales, jóvenes y familias, y os agradezco por la cordialidad con que me habéis acogido. Renuevo mi agradecimiento en primer lugar a vuestro obispo por sus afectuosas palabras, que han recordado mi vínculo con san Buenaventura. Y saludo con deferencia al alcalde de Bagnoregio, agradecido por la cortés bienvenida que me ha dirigido en nombre
de toda la ciudad.

Giovanni Fidanza, que se convirtió en después en fray Buenaventura, une su nombre al de Bagnoregio en la conocida presentación que hace de sí mismo en la Divina Comedia. Al decir: "Yo soy el alma de Buenaventura de Bagnoregio, que en las altas tareas los errados afanes puse aparte" (Dante, Paraíso XII,127-129), subraya cómo en las importantes tareas que tuvo que llevar a cabo en la Iglesia, pospuso siempre la atención a las realidades temporales ("los errados afanes" --"la sinistra cura", en italiano, ndt.--) al bien espiritual de las almas. Aquí en Bagnoregio, transcurrió su infancia y su adolescencia; después siguió a san Francisco, por el que manifestaba especial gratitud porque, como escribió, cuando era niño lo había "arrancado de las fauces de la muerte" (Legenda Maior, Prologus, 3,3) y le había predicho "Buena ventura", como ha recordado hace poco vuestro alcalde. Con el Pobrecito de Asís supo establecer un vínculo profundo y duradero, sacando de él inspiración ascética y genio eclesial. De este ilustre conciudadano vuestro custodiáis celosamente la insigne reliquia del "Santo Brazo", mantened viva su memoria y profundizad en la doctrina, especialmente mediante el Centro de Estudios Bonaventurianos, fundado por Buenaventura Tecchi, que cada año promueve cualificados congresos de estudio dedicados a él.

No es fácil sintetizar la amplia doctrina filosófica, teológica y mística que nos dejó san Buenaventura. En este Año Sacerdotal quisiera invitar especialmente a los sacerdotes a ponerse a la escucha de este gran doctor de la Iglesia para profundizar en su enseñanza de sabiduría enraizada en Cristo. A la sabiduría que florece en santidad, él orienta cada paso de su especulación y tensión mística, pasando por los grados que van desde la que llama "sabiduría uniforme" que concierne a los principios fundamentales del conocimiento, a la "sabiduría multiforme", que consiste en el misterioso lenguaje de la Biblia, y después a la "sabiduría omniforme", que reconoce en
toda realidad creada el reflejo del Creador, hasta la "sabiduría informe", es decir, la experiencia del íntimo contacto místico con Dios, mientras que el intelecto del hombre conoce en silencio el Misterio infinito (cf. J. Ratzinger, San Buenaventura y la teología de la historia, Ed. Porziuncola, 2006, pp. 92ss). Al recordar a este profundo investigador y amante de la sabiduría, quisiera también expresar aliento y estima por el servicio que, en la comunidad eclesial, están llamados a dar los teólogos a esa fe que busca el intelecto, esa fe que es "amiga de la inteligencia" y que se convierte en vida nueva según el proyecto de Dios.

Del rico patrimonio cultural y místico de san Buenaventura, me limito, esta tarde, a sacar alguna "pista" de reflexión que podría ser útil para el camino pastoral de vuestra comunidad diocesana. Él fue, en primer lugar, un incansable buscador de Dios, desde que estudiaba en París, y siguió siéndolo hasta la muerte. En sus escritos, indica el itinerario que hay que recorrer. "Dado que Dios está en lo alto --escribe-- es necesario que la mente se eleve a Él con todas sus fuerzas" (De reductione artium ad theologiam, n. 25). De este modo, traza un camino de fe comprometedor, en el que no es suficiente"la lectura sin la unción, la especulación sin la devoción, la investigación sin la admiración, la circunspección sin el regocijo, la pericia sin la piedad, la ciencia sin la caridad, la inteligencia sin la humildad, el estudio sin la gracia divina, la elucubración sin la sabiduría inspirada por Dios" (Itinerarium mentis in Deum, prólogo 4). Este camino de purificación involucra a toda la persona para llegar, a través de Cristo, al amor transformador de la Trinidad. Y, dado que Cristo, desde siempre Dios y hombre para siempre, actúa en los fieles una nueva creación con su gracia, la exploración de la presencia divina se convierte en contemplación del Él en el alma "donde Él mora con los dones de su amor incontenible" (ibídem IV, 4), para ser finalmente transportados en Él. La fe es por tanto perfección de nuestras capacidades cognoscitivas y participación en el conocimiento que Dios tiene de sí mismo y del mundo; la esperanza la experimentamos como preparación al encuentro con el Señor, que constituirá el pleno cumplimiento de esa amistad que ya desde ahora nos une a Él. Y la caridad nos introduce en la vida divina, haciendo que veamos hermanos en todos los hombres, según la voluntad del común Padre celestial.

Además de ser un buscador de Dios, san Buenaventura fue un seráfico cantor de la creación, que, siguiendo a san Francisco, aprendió a "alabar a Dios en todas y por medio de todas las criaturas", en las que "resplandece la omnipotencia, la sabiduría y la bondad del Creador" (ibídem I, 10). San Buenaventura presenta una visión positiva del mundo, don del amor de Dios a los hombres: reconoce in él el reflejo de la suma Bondad y Belleza que, siguiendo a san Agustín y san Francisco, asegura que es el mismo Dios. Dios nos lo ha dado todo. De él, como manantial originario, mana la verdad, el bien y la belleza. Hacia Dios, como los peldaños de una escalera, se sube hasta llegar y casi alcanzar el sumo Bien y en Él se encuentra nuestra felicidad y nuestra paz. ¡Qué útil sería el que también hoy se redescubriera la belleza y el valor de la creación a la luz de la bondad y de la belleza divinas! En Cristo, el mismo universo, observa san Buenaventura, puede volver a ser voz que habla de Dios y nos lleva a explorar su presencia; nos exhorta a honrarle y a glorificarle en todo (Cf. ibídem I, 15). Aquí se percibe el espíritu de san Francisco, con quien nuestro santo compartió el amor por todas las criaturas.

San Buenaventura fue mensajero de esperanza. Encontramos una bella imagen de la esperanza en una de sus predicaciones de Adviento, donde compara el movimiento de la esperanza al vuelo de de un ave, que extiende las alas lo más posible, y para moverlas emplea todas sus energías. Hace, en cierto sentido, de todo su ser un movimiento para elevarse y volar. Esperar es volar, dice san Buenaventura. Pero la esperanza exige que todos nuestros miembros se pongan en movimiento y se proyecten hacia la auténtica altura de nuestro ser, hacia las promesas de Dios. Quien espera, afirma, "tiene que elevar la cabeza, dirigiendo hacia lo alto sus pensamientos, hacia la altura de nuestra existencia, es decir, hacia Dios" (Sermo XVI, Dominica I Adv., Opera omnia, IX, 40a).

El señor alcalde, en su discurso, ha planteado una pregunta: "¿Qué será Bagnoregio mañana?". En verdad, todos nos preguntamos por el porvenir nuestro y del mundo y este interrogante tiene mucho que ver con la esperanza, de la que tiene sed todo corazón humano. En la encíclica Spe salvi he escrito que no es suficiente una esperanza cualquiera para afrontar y superar las dificultades del presente; es indispensable una "esperanza fiable", que, dándonos la certeza de alcanzar una meta "grande", justifique "el esfuerzo del camino" (Cf. n.1). Sólo esta "gran esperanza-certeza" nos asegura que, a pesar de los fracasos de la vida personal y las contradicciones de la historia en su conjunto, nos custodia siempre el "poder indestructible del Amor".

Cuando nos sostiene una esperanza así no corremos nunca el riesgo de perder la valentía para contribuir, como lo han hecho los santos, a la salvación de la humanidad, y "podemos abrirnos nosotros mismos y abrir el mundo para que entre Dios: la verdad, el amor y el bien" (Cf. n. 35). Que san Buenaventura nos ayude a "desplegar las alas" de las esperanza que nos empuja a ser, como él, incesantes buscadores de Dios, cantores de las bellezas de la creación y testigos de ese Amor y de esa Belleza que "todo lo mueve".

Gracias, queridos amigos, una vez más, por vuestra acogida. Mientras os aseguro un recuerdo en la oración, imparto, por intercesión de san Buenaventura y especialmente de María, Virgen fiel y Estrella de la esperanza, una especial bendición apostólica, que con gusto extiendo a todos los habitantes de esta hermosa tierra, rica de santos.

[Traducción realizada por Inma Álvarez y Jesús Colina
© Copyright 2009 - Libreria Editrice Vaticana]

 

 

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